viernes, 30 de octubre de 2015

Crecimiento de la población y florecimiento de las ciudades



Durante las primeras décadas del siglo XVIII la economía de Nueva España se encontraba en franca recuperación.

Tan sólo en 50 años, entre 1742 y 1810, la población novohispana, en particular la indígena casi se triplicó.Con ello aumentó también la cantidad de mano de obra, de producción y de consumidores de cualquier tipo de bienes y servicios.
 En 1742 la población de Nueva España era de 3 336 000 habitantes y en 1810 se duplicó y alcanzó los 6 122 354 habitantes.En 1810, los indígenas conformaban el 60% de la población total, las castas el 22%, los criollos el  16% y el grupo más rico y poderoso de todos... los españoles constituían el 2%. 
                   
                   





















El crecimiento demográfico modifico el paisaje novohispano, pues a pesar de que la mayoría de la población habitaba en las  zonas rurales, se dio un importante incremento en las villas y los pequeños centros urbanos.

Hacia 1750 el incremento del comercio y la minería atrajo a una gran cantidad de población a zonas que en otros tiempos estaban poco habitadas, lo que a su vez generó una nueva distribución de los núcleos urbanos. 
Centros mineros como San Luis Potosí, Zacatecas o Guanajuato crecieron de forma notable, al tiempo que las actividades agrícolas favorecieron el crecimiento de pequeñas villas como Celaya y León o Córdoba y Xalapa. 
También aumento la población de asentamientos dedicados a la industria textil como Orizaba y Querétaro.
Sin embargo, la urbe que mayor crecimiento registro fue Guadalajara, que sustituyo a Veracruz como la segunda en población e importancia del virreinato.














La siguiente actividad te ayudará a comprender mejor el tema.





Realizado por: 
Cinthya A. Salazar Gallardo💕🌼
Aprendizaje esperado: 
Reconoce las causa y consecuencias del crecimiento económico novohispano el siglo XVIII.
Mtro: Rubén Jacobo Torres   Actividad no:5

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